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Este artículo se revisó por última vez en: jul/10/2012
Señor
CARLOS OLGUÍN VALDIVIESO – “cakotj”
Región de Antofa*gasta
CHILE
Cordial saludo Carlos: nuevamente le agradezco que del poco tiempo que aún le queda de sus actividades en el Ministerio del Campo y antes de que llegue el “inminente” Armagedón, que tantas veces han anunciado los Testigos de Jehová (TJ) como lo muestra el libro “Las Naciones sabrán que yo soy Jehová” [kj-S página 216, párrafo 9] en la página 216, párrafo 9: “En breve, dentro de nuestro siglo veinte, empezará la “batalla en el día de Jehová” contra el antitipo moderno de Jerusalén, la cristiandad”.Me permito responder su comentario sobre el tema de la sangre. Me gustaría que usted dedicara un poco de su valioso tiempo a responderme porque yo valoro mucho sus palabras y lamento que mis comentarios parecieran irritarle, lo que no es mi intención. Me alegra que sea precisamente usted quien mencione el texto de Hechos 15:28 – 29 que dice: “Porque al espíritu santo y a nosotros mismos nos ha parecido bien no añadirles ninguna otra carga, salvo estas cosas necesarias: que sigan absteniéndose de cosas sacrificadas a ídolos, y de sangre, y de cosas estranguladas, y de fornicación. Si se guardan cuidadosamente de estas cosas, prosperarán. ¡Buena salud a ustedes!”. Pues tenía un profundo deseo de tocar el tema.
Note que el término “abstenerse” equivale a negarse totalmente de algo o prescindir totalmente de el asunto en cuestión, precisamente esta sería la palabra que debería digerir bien el Cuerpo Gobernante.Abstenerse es una palabra absoluta que aplicado al tejido hemático, lo incluye totalmente.
¿Qué objeto tiene abstenerse por un lado de este tejido líquido, cuando por el otro, se transfunde impunemente las diversas partículas que lo forman, una vez ingresadas ellas en el sistema circulatorio, reconstituyen aquello que se está rechazando?
Eso es aplicar con astucia “Belcebuyana” el principio que dice: “no sepa tu mano izquierda [rechazando la sangre] lo que hace tu derecha [aceptando las partículas que hacen el todo]”. (Mateo 6:3) Esto fue exactamente lo que hizo su maestro Belcebú, al torcer la Escritura pretendiendo que las piedras se convirtieran en pan. Ello es muy claro, los Testigos no saben matemáticas, al parecer no entienden que el TODO es igual a la suma de las partes que lo forman; en otras palabras, vale tanto la sangre entera, cuanto sus partículas constitutivas, y es lo mismo la sangre como símbolo de la vida, que las partículas que la forman. Ahora bien dice usted: “la Biblia y cualquier Biblia habla muy claro de no administrar sangre”. Yo me he quedado sorprendido al buscar en diferentes versiones de la Biblia que ninguna de dichas traducciones habla de “administrar”, lo que he constatado es que todas hablan de comer que es muy diferente. Por lo tanto, podría decirse que es desconocimiento total de la Sociedad Watch Tower que lee en Hechos “transfusiones de sangre”, dando a entender que es lo mismo ingerir vía oral que suministrar vía intravenosa.
Cualquier estudiante de secundaria, sabe que ambas cosas son diferentes: lo que se ingiere pasa al sistema digestivo, en cambio lo que se transfunde, pasa al sistema circulatorio, es más, médicamente la sangre se clasifica como un tejido, no como un simple líquido, por lo tanto una transfusión debería considerarse más bien como un “transplante de tejido” y es claro que la Biblia no toca nada de ello, es cierto que la sangre representa la santidad de la vida, pero precisamente por ello, es más importante la realidad simbolizada (la vida) que el símbolo que la representa.
Es decir, lo que ingresa al sistema digestivo pasa al estómago y luego es procesado, siendo expulsados los deshechos. Lo que va al sistema circulatorio, que es un conjunto autónomo con funciones diferentes y que discurre por otras vías, ingresa al torrente sanguíneo pero no está en contacto directo con lo procesado en el aparato digestivo. Siendo la sangre un tejido significa que no es un proceso digestivo o nutricional, sino que es el reemplazo de un tejido deteriorado. Este tejido tiene como función principal el transportar oxígeno a diferentes partes del cuerpo.
Si recordamos las reglas de la Sociedad Watch Tower, encontramos que al comienzo en 1967, clasificaron los transplantes como “canibalismo”, sin entender que a quien le transplantan un riñón, no significa que se lo está “comiendo”.
Luego dan un paso atrás, y sin explicar el error del canibalismo, simplemente pasan a decir, que hoy en día el asunto de la sangre “es asunto de conciencia”, incluso bajo la normativa de los Testigos de Jehová podríamos afirmar que la transfusión de sangre estaría permitida. Véase: La Atalaya del 15 de noviembre de 2002, “…cada persona debe decidir qué hará en este asunto…”. [w02 15/11 página 30] (Énfasis y subrayado propio). Curiosamente en está página 30, citan al doctor E.D. Thomas y su obra Principios de medicina interna, de Harrison (12.a edición, 1991) página 1822, pero al consultar dicha cita en la página 1822 descubrimos que no existe, quizá podría tratarse de la página 1571, segunda columna, pero allí solo hay palabras aisladas con las que se construyó la cita que literalmente no se encuentra.
- Agréguese que, la política de abstención de sangre es irregular: lo que se permite a un país, se prohíbe en otro. Recordemos algunos ejemplos como el caso de Bulgaria o el de la revista La Atalaya del 15 de octubre de 2000, página 31 que dice: “Otros procedimientos o análisis en los que se utiliza la sangre de la persona no vulneran de manera tan clara los principios divinos. Por ejemplo, […] En otras ocasiones, los médicos recomiendan procedimientos más complejos que implican el uso de la sangre de la persona”. [w00 15/10, página 31] (Énfasis y subrayo propio) Aquí claramente se dice que son “los médicos” quienes recomiendan estos procedimientos, que según lo que dice al comienzo del párrafo “no vulneran de manera tan clara los principios divinos” pero resulta que esta palabra “los médicos” no aparece en la edición original sino que fue agregada en la edición castellana.
- En inglés solo dice: “other more complex procedures involving one’s blood, may also be recommended” Aquí esos procedimientos “pueden recomendarse” pero no por los médicos, sino ya según el sentido, por los directores de la publicación.
- En francés. Es diferente, ya “el recomendar” no existe, y solo se afirma “que hay otros procedimientos más complejos” “d’autres techniques faisant intervenir le sang du malade sont plus complexes”.
En portugués está igual que en español. Agradezco profundamente al Testigo de Jehová (TJ) que me aclare ¿cuál de las 3 versiones es la aplicable?
Además, los Testigos de Jehová (TJ) prohíben las transfusiones de sangre, pero si permiten el uso de partículas hemáticas, para cuyo aislamiento se emplean cantidades de sangre, además, es absurdo que los Testigos de Jehová (TJ) puedan beneficiarse de partículas hemáticas, producidas con la sangre que otros donaron, cuando ellos jamás han contribuido con la suya propia. El estudio de cómo La Sociedad Watch Tower desarrolla su doctrina sobre la sangre, es la muestra de la paranoia Rutherfordiana, que en los años 30, daba cabida en su revista Golden Age en español: “Luz y Verdad” y hoy “¡Despertad!” a toda suerte de excentricidades médicas, como el ya olvidado Radio Clast, o Radio Biola, máquina que supuestamente curaba el cáncer, pero que era solo una estafa, y que no es más que el desarrollo de las prácticas embaucadoras de Russell quien embotellaba supuestas aguas medicinales y trigos milagrosos. Los ingenuos Testigos de Jehová (TJ) que han aceptado la aparente erudición de La Sociedad Watch Tower en materia bíblica, han llegado a perder la vida al negarse aceptar una transfusión sanguínea que les hubiera salvado la vida, simplemente por continuar con una creencia absurda de la torre.
Por lo tanto, cuando se recibe una transfusión, esta no va al sistema digestivo sino al sistema circulatorio. La sangre transfundida no está destinada a “alimentar” y por eso no va al sistema digestivo, sino a constituir un vehículo portador de oxígeno a las células, ahora bien, el conocido ejemplo de los Testigos de Jehová (TJ) sobre ingerir alcohol por vía oral o aplicarlo intravenosamente, es un sofisma de distracción, ya que el alcohol no es sangre, para que medio sirviera, el ejemplo tendría que ser “un tejido ingerido y/o aplicado vía intravenosa”.
Ese ejemplo solo busca confundir y desorientar a las personas haciendo aparecer como sólida y bíblica una posición, nacida de la excentricidad e ignorancia Rutherfordiana. Es cierto que la sangre se respetaba en Israel, como símbolo de la vida, pero no es lógico el tratar de proteger el símbolo a costa de destruir lo que éste simboliza, es decir, cuidar la sangre y destruir la vida que ella simboliza es una locura que ofende al Dios de la vida YHWH. Por esa razón el usar la sangre para proteger la vida, es enaltecerla como símbolo de esa vida que ella representa. Ahora bien en cuanto a las partículas, la misma Sociedad Watch Tower acepta varias de ellas, además su sistema no ha sido consistente a través de los años, habiéndose ampliado o reducido caprichosamente, lo curioso, es que se les permita a los Testigos de Jehová (TJ) usar dichas partículas aisladas con el uso de mares de sangre, donadas por gente de buena voluntad y que los Testigos de Jehová (TJ) aprovechan hipócritamente, ya que para nada contribuyeron a su obtención.
De hecho, si la Biblia no dice nada sobre transfusiones sanguíneas y hay quienes aplican sus palabras a situaciones no contempladas por el autor inspirado, eso indica que esos que hacen tal aplicación, quieren colocarse al nivel del autor inspirado, poniendo sus ideas a la par de lo inspirado. Como los Testigos de Jehová (TJ) insisten en decir, “que no son inspirados” (pero sus publicaciones dicen lo contrario) entonces su libro Razonamiento a partir de las escrituras en la página 347 [rs-S página 347] donde pone el ejemplo de alimentación intravenosa que dicho sea de paso, es con sustancias adecuadas para ser absorbidas, pero esas sustancias no ocuparán para nada el lugar de la sangre, ni la sangre el lugar de ellas. Analizando dicho ejemplo, basta decir: si una persona no se puede alimentar vía oral y en el hospital se sustituye toda su sangre por una sustancia muy alimenticia y nutritiva, esa persona moriría por más que “esté bien alimentada”.
La sangre es un tejido con funciones distintas y aunque en algún momento ella y la sustancia nutritiva compartieran momentáneamente la misma vía (o autopista) no indica que la sangre ocupe el lugar de los nutrientes o estos el lugar de aquella; son solo situaciones transitorias y extremas. Es decir, que aunque momentáneamente un nutriente viaje por una vena, la vena no es la vía digestiva y la sangre que se introduzca en la vía digestiva, no cumplirá su función de llevar oxígeno a las células, por ejemplo es como si el médico dijera: “este enfermo tiene una herida en la femoral, ha perdido mucha sangre, pero se nos acabó el material para transfusiones, vamos aplicar una transfusión vía bucal (oral)”. Y el médico agrega: “bien amigo, no tenemos material de transfusiones, tómese estos 3 litros de sangre, de todas maneras la sangre estará dentro de su organismo pues yo estudio con Los Testigos de Jehová (TJ), y ellos dicen que da lo mismo poner sangre por la vena, que beberla”.
Ciertamente ese paciente, aunque accediera y de buena gana y se tomara los tres litros de sangre perfectamente compatible con su grupo sanguíneo moriría de todas maneras por anemia o falta de sangre que llevara oxígeno a sus células, por más que su barriga estuviera atiborrada con tres litros de la sangre que necesitaba para salvarle la vida y, todo por el simple hecho, de que se le aplicó por la vía equivocada. Finalmente con esto creo dejar claro que introducir sangre a través del sistema circulatorio, no es lo mismo que ingerirla o beberla, es decir, alimentarse de ella, ambas van por vías diferentes: una al sistema circulatorio y la otra, al sistema digestivo.